¿Explicaciones? Olvídalo Chatico (a)

Fría mañana de Julio

- Ella: ¿Qué escribes?
- Yo: Nada.
- Ella: ¿En quién piensas cuando escribes?
- Yo: En nadie.
- Ella: ¿Que quieres decir?
- Yo: Lo que yo quiera.

Frecuentes dudas circulan en la cabeza de ella cuando escribo. Yo creo que la curiosidad mató al gato, sin embargo ella no se da cuenta que destruye al joven escritor con cada una de estas preguntas. Algunas veces no se puede escribir sin que las personas, te pregunten: "a quién lo escribiste" o "por qué lo escribiste" y es cuando resuelvo decir: yo escribo solo porque me nace, no me interesa decirle a quien se lo escribí por eso lo publico. Sin embargo, si estoy de buen humor diré alguna frase que lo diga todo y a la vez nada.

A veces me siento como un niño que tiene que dar explicaciones del porqué tuve que decir una grosería, o un preadolescente que escribe poemas oscuros, o el de un joven escribiendo un blog, donde el ideal de amor y desamor tienen una definición antiestética. Espero no llegar a ser viejo y que me estén preguntando si el libro fue inspirado en... o si fui víctima de un Idilio, o sí soy romántico, o si soy un amargado; solo espero que me digan me gustó, no me gustó, me llegó, no me llegó, o que más hermoso que te digan “que buen escrito, deberías publicarlo”.

Aún así a las personas que me han preguntado sobre quién es ella. Ella puede ser una persona en especial, o puede ser todas las mujeres que he conocido, puede ser mi madre, tú madre, la madre de todos, tu hermana, tu prima, la mía, la de todos. ¿Quieren que continúe?

Otras veces escribo tres palabras en random y de ahí arranca una buena idea, usando algunos recursos de la cotidianidad y continuidad, para darle un aspecto más real y que el lector se sienta identificado. A menos que esté realizando el trabajo de una manera tan excelente, (veo que hay muchos (as) identificados) me río al saber que de verdad está pasando lo anterior.

Así que una vez más, no me pregunten para quienes van mis escritos. En extraños casos pondré los nombres de las personas para quienes va, mientras tanto hazte la idea que si lo sientes para ti… ¡puedes creer lo que quieras!


Sergio de Helena