Hola Luis,


Hola Luis,

Sé que de ninguna manera esperaba esta carta, creo yo que ya no se debe acordar ni siquiera de mi, sin embargo me he tomado la libertad de liberar mi mente para contarle algunas verdades, verdades que tal vez duelan pero que más allá de todo muestran la otra parte que desconocemos de nuestros cercanos.

Todo comenzó en la tarde de un domingo cualquiera, quien lo iba a creer, yo tenía el corazón roto y aún así se dio todo para que habláramos. No fue una fijación a primera vista, al parecer ella terminó siendo muy amable y yo… ¿Quién soy para dar mis referencias? Lo que comenzó con una conversación vacía, se llenó de sonrisas. Hace mucho no sonreía con alguien que de verdad me quisiera ver feliz.

Sin embargo uno cuando está roto siempre espera lo peor y al parecer nuestra amistad comenzó con el pié izquierdo, no por nosotros (sonreíamos con nuestros chistes – así fuera por cortesía –) sino por nuestros mundos que colisionaban esa tarde de Mayo. Ella se dio cuenta muy temprano que yo tenía problemas, con la bebida, con el amor, con la autoestima. Leyó varios de mis relatos y tal vez se dio cuenta que detrás de todos estos traumas que están encerrados en mi cuerpo había alguien que alguna vez valió la pena. Yo desde un principio me di cuenta que pertenecíamos a dos mundos diferentes, ella tenía a alguien en su vida y yo, no creía en nadie.

Recuerdo que por esos días lo único importante era decirse las cosas en la cara, la sinceridad era un arma de doble filo. ¿Si se preguntaba que si me gustaba? La respuesta es sí, desde aquel día. Ahora si quiere saber si yo le gustaba a ella, aún no me explico cómo, pero sí. Comenzamos a hablar todos los días, inclusive dos o tres veces por día. Salimos algunas veces y sí naturalmente el cariño más allá de la amistad surgió… Me imagino que esto debe causar cierto shock emocional, si alguna vez se preguntó si yo sabía de su existencia, claro que sí.

Siempre he dicho que las infidelidades se dan por la falta de algún elemento por parte de la pareja, es extraño ver como comencé a llenar falencias que supuestamente eran obligaciones suyas, aunque suene extraño, siendo su reemplazo me sentí útil sentimentalmente pero aún no entendía qué elemento era el que la tenía a ella atada para seguir la relación al parecer en el momento enfermiza con usted. Al parecer, ella se hizo la pregunta también, una tarde de un mes cualquiera me dijo que no aguantaba más su manera de ser,  ya no aguantaba más que lo nuestro fuera oculto y decidió ir a terminar la que usted creía era una "feliz" relación.

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Lo que hacen los corazones rotos, ¡Qué ironía! Una tarde de algún mes cualquiera, me llamó mi verdadero amor y haciendo caso a mi razón y a mi corazón, corrí a sus labios. No volví a hablar con su ex-novia en mucho tiempo y aunque sabía que tal vez me podría extrañar, decidí ser egoísta y pensar en mi felicidad. Lastimosamente mi felicidad no duró mucho.

Al poco tiempo hablé con ella y volviendo a usar el arma de la sinceridad abrí mi corazón como siempre, y extrañamente encontré un hombro en donde llorar, una persona que siempre me decía que todo iba a salir bien. Nos vimos después de eso contadas veces, pasaron muchas cosas no quiero entrar en detalles para no lastimarlo más, me contaba las frustraciones que tenía con usted, las cuales al no ser útiles las borré de mi memoria, pero ella siempre supo que iba a seguir con usted antes de dejar las cosas por mí. La verdad el día de hoy me alegro que así se hubieran dado las cosas, porque aunque haya pasado mucho tiempo, no me lamento de lo que alguna vez pasó, y si las cosas se volvieran a dar, seguramente todo se hubiera dado igual.

Poco a poco la distancia nos dio un buen trago y ella no me volvió a buscar, claro está, se volvió a enamorar después, no sé si con la misma intensidad, pero por alguna razón dejó de buscarme. Usted en cierta manera se convirtió en el seguro sentimental de ella, el estúpido que siempre va a estar ahí, ella puede estar con cuantos quiera, pero siempre sabrá que lo tiene a usted. Usted verá que hace.

Siento mucho ser yo el que le de estas noticias después de años, tal vez el exceso de sinceridad no se lo aguantan todos, pero si a mí me hubieran hecho lo mismo, me hubiera gustado saberlo.

Sergio de Helena

Hola a todos, vuelvo con más relatos. Siento mucho dejarlos abandonados, pero mi cabeza no ha estado bien y mi corazón menos, lastimosamente hay días que pienso que estoy peor que antes; así que entre toda esta basura emocional, estoy buscando un rincón donde pueda desahogarme como siempre. No olviden que pueden suscribirse en el feed o seguirme en twitter para saber cada cuanto posteo. Saludos!

Nota: Siempre quise hacer una carta así para todos los luises del mundo.

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