Desaparecer

Desaparecer.

Recuerdo aún esa llamada en medio de la tarde. Era un día donde lo último que esperaba era esa llamada, con emoción me decías que partías a tierras lejanas donde encontrarías una nueva vida. Mi corazón desubicado con la tonta idea de que te había olvidado cayó una vez más en la tristeza.

Era menester vernos, por supuesto.

Llega el día y un vacío en el estómago me llena de miedos y falsas esperanzas, "Un beso, hubiera sido muy bello...", pensaba yo. Te encuentro y como cada vez que nos volvemos a ver: cada vez estás más lejana. No entiendo el porqué debí darte todo cuando nunca volví a recibir nada.

Hablamos de mis textos, de las escasas veces donde me leías, revisaste uno a uno mis escritos y te reías, mientras yo me preguntaba ¿por qué? ¿por qué este nivel de exposición? donde siento mi alma desnuda frente a ti dispuesta a ser sincera y nada más importa. Por última vez recordamos todo... aquel día del museo y el calor insoportable, el día cuando me besaste por primera vez, el día que nos separamos y los días donde intenté recuperarte.

De repente toda la luz y alegría comenzó a desvanecer, nos encontramos al frente de tu casa, miro a la luna y lo único que se me ocurre para decir adiós es decirte "nunca me vas a olvidar, estoy seguro" con la tristeza de ser uno más en tu vida.

Llego destruido al apartamento y le pido a dios que me de consuelo en un poco de poesía, lloro un poco y me doy cuenta que tengo que desaparecer.

She is gone.


Sergio de Helena

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