Maldito Síndrome de Abstinencia

Maldito síndrome de abstinencia ¿por qué me tiene que dar contigo?

Es una necesidad que me atrapa hasta el momento en que pueda tener el mínimo contacto contigo, sea una foto o sea verte caminando a lo lejos. La nimiedad más propensa es mi éxtasis por un segundo, es mentira decir que la distancia y el tiempo ayuda a olvidar cuando te tengo presente todos los días de mi vida.

Me siento dichoso al saber que por lo menos compartimos la lluvia que cae sobre la ciudad, me gustaría creer que nada ha cambiado y que en cualquier momento frío, siento tu calor y tus besos en mi cuerpo. Espero que el aire que respiras me llegue desde donde estés y que la luz del sol que toca tu pálido rostro me queme en forma de caricia.

Sueño con canciones que compongo rozando tus oídos con timidez profunda, siento que no hay diferencia de notas al decir te amo. ¿Te amo? ¿Amo pensarte? O será que amo este síndrome de abstinencia que no me deja la mente tranquila en ningún momento. Lo dudo. Cada vez que te veo cerca, mi mente pierde control y mi cuerpo no sabe cómo comportarse; siento ganas de besar tus labios hasta la eternidad y de abrazarte para nunca más dejarte ir.

Ah! ¡Pensamientos hedónicos!, si solo pasaran por tu mente alguna vez y volvieras a ser emocional en vez de racional, dejarías tus tristezas y amarguras para hacer feliz a tu amante público. Sin embargo eres viento que llena mis pulmones con un olor a soledad, nicotina y desesperación. Mi aura palidece mientras espera que vuelvas impacientemente, sigo escribiendo al viento y a la razón por la cual sonreía con sinceridad y sin compromiso. Tú.

Sergio de Helena