Mi Independencia

Ya me cansé de ser el mismo de siempre, ya me cansé de dar y de no recibir lo que quiero y ya estoy harto de que mi corazón esté destrozado todos los fines de semana. Ya no aguanto la manipulación de las personas con los sentimientos, ya no soporto la indecisión de tus besos y sobretodo ya no aguanto los ciclos de Déjà vu.

Estoy cansado de creer en el amor, ya me parece que todo es un mito o un cuento greco-romano. Recuerdo una historia que me contaba un amigo donde su tío le decía lo siguiente: “El hombre se enamora dos veces […] de la primera novia y de la esposa”. A lo cual me trae alguna frase que me dijeron hace unos meses: “No sabes querer”. A lo que yo digo me mamé de intentar de querer a las personas y más cuando los resultados nunca van a ser los que de verdad yo quiero.

Sí, creo que me caí en la doctrina del egoísmo ético y cada día que pasa estoy más de acuerdo con que “lo personal es lo real” (Soren Kierkegaard) ya me cansé de que nadie piense o se ponga en mi situación y como siempre me dejen esperando. Es como un grito de independencia a mí mismo, donde las bellas cualidades que las personas ven en mi tienen que desvanecerse para dejar de sufrir, mientras aquellas cosas que todos odian y nadie conoce saldrán a flote. Cada día que pasa detesto que alguien me diga “no cambies, eres maravilloso” ¿Para qué? ¿Acaso vas a estar ahí para mí cuando esté roto? No me hagas reír.

Últimamente creo que mis relaciones personales especialmente con las mujeres han sido todo un karma, pero siempre hay un factor común: la persona que se encuentra escribiendo esto piensa que el mundo es perfecto y que nadie lo va a lastimar, que las mujeres de verdad quieren cuando no es cierto, que el amor puede ser para siempre cuando parece que no es, que la gente te dará sorpresas y solo te da tristezas que a duras penas puedes soportar. Entonces las mujeres no son un karma, yo soy mi propio karma.

Ahora es el cambio, ya que si sigo la doctrina de Kierkegaard mi realidad es un asco, así que pensándolo bien prefiero terminar jugando squash.

Sergio de Helena 

Nota: Un saludo muy especial para todas las personas de Estados Unidos que me están leyendo.